El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, hizo una remodelación del gobierno catalán la semana pasada, aprovechando que debía sustituir a la consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, que será la número 2 de ERC en el Congreso. Para ello, fulminó a los dos consejeros que más problemas le habían dado, Josep González Cambray y Juli Fernández.
Y para ocupar sus carteras, Educación y Territorio, Aragonès ha optado por valores seguros, por consejeras que ya han estado en el Govern, por mujeres fieles al partido y de amplia experiencia en la gestión pública: Anna Simó y Ester Capella. «No es momento de experimentos, hay que apostar por lo que sabemos que va a funcionar», asegura un miembro del equipo de Aragonès al definir los movimientos y la elección de las conselleras. Y es que el presidente no pasa por el momento político más dulce.