Diana Riba mintió el lunes en el Consejo de Europa

Se inventó ante decenas de diputados que fue espiada con Pegasus en junio del 2019 cuando ese ataque a su teléfono no consta en el 'CatalanGate' de Citizen Lab

Informe 'CatalanGate' de Citizen Lab sobre el suposat espionatge a Diana Riba i la seva intervenció al Consell d'Europa, el passat dia 12

Diana Riba, eurodiputada de ERC, se inventó, este lunes, en su comparecencia ante el comité de Asuntos Legales y Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que su teléfono fue espiado con el programa malicioso Pegasus en junio del 2019. Riba atribuyó al colectivo canadiense Citizen Lab, que publicó el informe que bautizó como CatalanGate el 18 de abril, la información según la cual su teléfono había sido infectado en junio del 2019 y en octubre de 2019. En el informe de Citizen Lab, sin embargo, sólo consta que su teléfono fue infectado una vez, el día 28 de octubre o en los días inmediatamente anteriores o posteriores.

«En mi caso, como víctima, Citizen Lab ha detectado dos ataques en mi teléfono», dijo la eurodiputada de ERC en su primera intervención en este comité, reunido en París. Y siguió: “La primera vez que fui atacada fue en junio del 2019, justo después de que me eligieron eurodiputada. Entonces estábamos discutiendo temas legales y políticos con mi partido y con los abogados sobre cómo defender los derechos políticos de Oriol Junqueras, el líder de nuestro partido y cabeza de lista en la candidatura electoral europea. Obtuvo más de un millón doscientos mil votos pero no pudo tener la credencial porque no le dejaron salir de prisión, donde estaba antes del juicio. España tuvo acceso a las conversaciones que manteníamos con la presidencia del Parlamento europeo por esta cuestión”.

En el CatalanGate de Citizen Lab se lee que “Diana Riba, que asumió la función de eurodiputada en julio de 2019, fue infectada el 28 de octubre de 2019 o en días cercanos”. En relación a esta supuesta infección, la eurodiputada dijo al comité de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que “la segunda vez que fui atacada fue en octubre de 2019, justo después de la sentencia del Tribunal Supremo. Fueron días realmente con mucho trabajo, cuando estábamos preparando nuestra estrategia para conseguir justicia europea para Junqueras y Romeva (mi partner). Tuvieron acceso a mis conversaciones confidenciales con los abogados”. En el portal catalangate.cat, que creó la Assemblea Nacional Catalana (ANC), tres meses antes de que Citizen Lab publicara su informe se dice que Diana Riba “fue infectada en 2019, durante una reunión de ERC. Tras una llamada con su asesor, él recibió otra llamada en la que se reproducía la voz grabada de Riba durante toda la conversación”. Se sobreentiende que la ANC se refiere a la reunión celebrada en octubre de ese año.

No fue la única mentira que Riba dijo en los 17 minutos que tuvo la palabra en la reunión del Comité. Cuando habló de las 18 personas partidarias de la independencia de Catalunya que la presidenta del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, reconoció, en una reunión de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, que habían sido espiadas con autorización judicial, la eurodiputada afirmó que no podía imaginar que la investigaran aunque fuera con permiso del juez. La inmunidad como europarlamentaria imposibilita, según ella, ese espionaje. Riba, sin embargo, no está entre las 18 personas espiadas por el CNI.

En el apartado de preguntas a los comparecientes en esta sesión, el diputado del PP Pablo Hispán interpeló a Riba sobre la interferencia rusa en el proceso independentista catalán. La eurodiputada aseguró que «puedo confirmarle que el gobierno catalán nunca ha contactado con Rusia» y recordó que su partido, ERC, estaba en el gobierno en aquella etapa. Riba es vicepresidenta del comité del Parlamento Europeo que investiga el uso del malware Pegasus en numerosos países europeos. El 27 de octubre, el comité de la Eurocámara que investiga las injerencias rusas para desestabilizar Europa celebró una sesión en la que el periodista Jesús González Albalat y el experto en geopolítica Nicolás de Pedro, explicaron con todo tipo de detalles las reuniones del entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y la portavoz de su gobierno, Elsa Artadi, con emisarios rusos que ofrecían el apoyo económico y militar del Kremlin a la independencia a cambio de que convirtieran a Catalunya en un paraíso para criptomonedas. Ni Diana Riba ni Carles Puigdemont, también eurodiputado, encontraron un momento ese día para dejarse caer por la sala donde se celebraba esa reunión.

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