La salida de Junts del Govern dejó ERC con un margen enorme para nombrar cargos. Todos aquellos que llegaron con el carné de JxCat y fueron designados fruto de la coalición renunciaron al cargo o acabaron siendo cesados. De hecho, son pocos los que, habiendo sido propuestos por Junts, todavía conservan el lugar.
Esto ha hecho que ERC esté moviendo piezas para reubicar gente suya en lugares estratégicos. Es el caso del presidente del Puerto de Barcelona. El cargo estaba ocupado por el ex consejero Damià Calvet, y ERC lo ha relevado nombrando a Lluís Salvadó.
Esta designación ha causado incomodidad entre parte de las bases de ERC, que ven como se “premia” Salvadó con un cargo relevante a pesar de que el partido nunca lo ha castigado por los comentarios machistas a la hora de habla de mujeres a las cuales tenían que nombrar en cargos públicos.