El Sindicato de Estudiantes ha convocado para este jueves una huelga general en defensa de la salud mental de los jóvenes. En un comunicado, el sindicato afirma que «millones de jóvenes sufrimos una epidemia de enfermedades mentales sin precedentes» y que «los trastornos de ansiedad y de conducta alimentaria, las depresiones, una tasa de suicidios insoportable (una media de 11 diarios), el elevadísimo consumo de psicofármacos… suponen una agresión inaceptable contra la juventud».
Para el sindicato «esta pandemia silenciosa es una lacra social derivada de un sistema capitalista que nos niega la posibilidad de tener una vida digna. El paro, la precariedad, los precios de la vivienda, una educación pública bajo ataque y que alimenta el fracaso escolar… tienen un efecto gravísimo sobre nuestra salud mental y la de nuestras familias».
Con este trasfondo, el Sindicat d’Estudiants denuncia que «a todo esto hay que sumar una sanidad pública desbordada y sometida a recortes infames». El sindicato afirma que «recibir atención psicológica en los hospitales públicos se ha convertido en una carrera de obstáculos, con listas de espera eternas y centros sin suficientes profesionales en salud mental», y que «ante este colapso, nos quieren obligar a desembolsar miles de euros en consultas privadas, porque grandes empresas se enriquezcan a expensas de nuestro sufrimiento».
En su escrito, lamentan que «todos los días escuchamos discursos lacrimógenos y promesas que se quedan en nada. El gobierno central y las comunidades autónomas hablan mucho de la educación pública y la salud mental, pero después dedican a esta emergencia social la miseria de 100 millones para solucionar un problema que requiere miles».
Ante esta situación, el Sindicat d’Estudiants reclama el aumento drástico de los recursos en salud mental hasta al menos el 15% del gasto total en salud (actualmente es del 5%), la creación de miles de plazas de psicología y psiquiatría a la Atención Primaria, en Hospitales, y en las escuelas, institutos y facultades públicas; por una educación sexual, emocional y de prevención de suicidios como parte de los planes de estudio.
También reclaman educación pública 100% gratuita desde infantil a la Universidad, la gratuidad total de libros de texto, la supresión de las tasas académicas en la FP y la Universidad, un plan de inversión del 7% del PIB, y «ni un euro para la privada-concertada». El sindicato defiende por los jóvenes estudiantes un puesto de trabajo digno al acabar los estudios o subsidio de paro para todos los jóvenes, al considerar que «no es posible tener una buena salud mental con salarios de miseria y contratos que nos impiden tener vida social».
Finalmente, el Sindicat d’Estudiants reclama la nacionalización de la sanidad privada y la industria farmacéutica, argumentando que «la salud no puede continuar siendo un privilegio de clase ni un negocio; tienen que estar al servicio de las necesidades sociales».
