El gobierno de la Generalitat prevé que la T-Mobilitat, la tarjeta de transporte público que debe sustituir al actual sistema magnético, estará totalmente operativa en toda Cataluña «a finales del 2024». La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) pronosticó que la implantación definitiva de la tarjeta, que acumula siete años de retraso y sobrecostes millonarios, sería a lo largo del 2023, y el secretario general del Departamento de Vicepresidencia, Políticas Digitales y Territorio, RicardFont, ha precisado que calculan «que las siete coronas metropolitanas funcionen con la T-Mobilitat a finales de 2022 o principios de 2023».
Se prevé que en otoño de 2023 se produzca el apagónanalógico, es decir, la retirada de las tarjetas con sistema magnético, y que todos los usuarios del transporte público utilicen la T-Mobilitat. Cuando el nuevo sistema esté implantado, las coronas actuales serán sustituidas por un sistema kilométrico que prevé bonificaciones para las personas que utilizan el transporte público más habitualmente. Para que la tarjeta esté operativa en la fecha señalada, el Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio ha licitado por 21,6 millones de euros las máquinas validadoras de la T-Mobilitat que se tendrán que instalar en buses interurbanos, buses urbanos, estaciones de Cercanías y estaciones de FGC de toda Cataluña.
«Habrá una zona cero de tu entorno con tarifa plana, que calculamos que será unos 10 kilómetros a la redonda, y el precio irá subiendo progresivamente a medida que hagas kilómetros en transporte público”, ha explicado Font, que ha destacado que se pagará por el trayecto entre dos puntos en línea recta. Sin embargo, aún está por decidir cómo se hará el cálculo del sistema kilométrico, en qué consistirán las bonificaciones de los usuarios habituales y de qué manera se evitará penalizar a la gente que hace largos trayectos.