El Consejo de Gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) debe decidir qué día comunica la destitución de Vicent Sanchis como director de TV3. Por los pasillos del Parlament y de la propia televisión pública se da por hecho que su cese es cuestión de días o incluso de horas. En una de sus últimas comparecencias en la comisión de control de la CCMA, Sanchis dijo que seguramente sería el mejor candidato para presentarse al concurso que debe convocar esta corporación para elegir al nuevo director de TV3. No se presentará. Su futuro pasa, muy probablemente, por volver al grupo digital elMón del que no acabó de salir del todo cuando el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, le colocó como máximo responsable del canal televisivo. Es, precisamente, su vinculación con el Món la que ha marcado de forma escandalosa sus últimos meses en TV3.
El escándalo se ha producido, tal y como viene informando EL TRIANGLE desde el 8 de febrero, porque Sanchis ha compatibilizado la dirección de TV3 con la posesión de acciones de la empresa Comunicació Vinària, que ha firmado numerosos contratos con la CCMA. Además, a finales de 2019 aceptó el cargo de administrador suplente de esta empresa, que a principios de 2022 se ha domiciliado en un local del que es propietario. Pocas semanas después de ser nombrado director de TV3, Comunicació Vinària firmó un convenio con la CCMA gracias al cual el Canal 33 retransmitió la gala de los Premios Vinari organizados por la empresa de Sanchis, convenio que se ha firmado cada año desde entonces.
Este conjunto de escándalos casi monopolizó la sesión de control parlamentario de la CCMA del mes de febrero, en la que la diputada de En Comú Podem Susanna Segovia le dijo a Sanchis que la situación en la que le habían colocado ante la opinión pública no era el mejor broche de oro en su trayectoria en el frente de TV3. Esta cuestión habría vuelto a estar presente en la comisión de control de la CCMA del mes de marzo, donde la diputada de Ciudadanos Anna Grau había anunciado que preguntaría a la nueva presidenta de esta corporación, Rosa Romà, si destituiría a Sanchis de inmediato. La sesión, sin embargo, se suspendió después de que Roma anunciase que necesitaba más tiempo para documentarse y situarse en su nuevo cargo. Los diputados de la comisión interpretaron que no tenía ningún interés en sentarse junto a Sanchis en el Parlament y que no sabría responder a preguntas como la que había anunciado Grau.
Algunos medios de comunicación dieron por hecho que la CCMA destituiría días atrás a Sanchis y que nombraría a un director interino hasta que se decidiera el sustituto definitivo en dicho concurso. Su caída arrastraría a la del director de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo. Si no hubiera estallado el caso de las incompatibilidades de Sanchis, tanto él como Gordillo habrían permanecido en su puesto hasta el nombramiento de los directores definitivos. Ahora, en cambio, sus horas en el despacho de la sede de TV3 en Sant Joan Despí que ha ocupado durante cinco años están contadas. Accedió a él el 13 de marzo de 2017 y no quiso abandonarlo a pesar de que el Parlament reprobó su nombramiento.
Cuando la diputada socialista Beatriz Silva le pidió en la comisión de control de la CCMA del 25 de febrero si consideraba compatible ser director de TV3 y administrador suplente de Comunicació Vinària, Sanchis contestó que si el administrador titular de esa empresa, Salvador Cot, cesaba entonces decidiría si lo sustituía o si continuaba al frente de TV3. Si Cot cesa en los próximos días, Sanchis ya no tendrá ese dilema.
