Rusia ha anunciado que dejará de participar en las reuniones del Consejo de Europa, la organización fundada en 1949 ajena a la Unión Europea (UE) que promueve la cooperación de los países del Viejo Continente en el establecimiento de un espacio político y jurídico común en base a los derechos humanos y la democracia.
En concreto, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha manifestado que no participarán en «la transformación de la organización europea más antigua», y culpan de ello a los estados miembros de la Unión Europea (UE) ya los de la OTAN, a los que atribuyen un abuso de su mayoría.
El gobierno que encabeza Vladimir Putin reprocha a los estados de la UE y la OTAN que están introduciendo una deriva destructiva contra la institución y el «espacio humanitario y legal común europeo». Asimismo, define este espacio como «una plataforma para ensalzar la superioridad y el narcisismo occidental».
La participación de representantes rusos había sido suspendida por el Consejo de Europa el pasado 25 de febrero, después de que Rusia atacara e invadiera Ucrania.











