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La acusación de cohechos del 3% incluye el vuelo a Berlín para ver la Champions en el que viajó Ribó

Fotografía difundida por 'El Periódico' con el grupo de invitados a ver

Fotografía difundida por 'El Periódico' con el grupo de invitados a ver la final de la Champions en Berlín en 2015

El juez José de la Mata imputa a ocho personas físicas y dos entidades jurídicas en el apartado del auto del caso del 3% que dedica al delito de cohecho. Los beneficiarios de los sobornos son, según este auto, el ex-director general de Infraestructures.cat, Josep Antoni Rosell, el ex-director general de BIMSA (Barcelona de Infraestructuras Municipales SA), Ángel Sánchez Rubio, y el director técnico de esta entidad que depende del Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Santolaria. El ex-presidente de BIMSA, Antoni Vives, que fue teniente de alcalde de Urbanismo en el consistorio presidido por Xavier Trias, está imputado en este sumario por 'tráfico de influencias' y 'fraude a las administraciones públliques'. Entre los obsequios e invitaciones que el juez considera que sirvieron para sobornar a estos funcionarios incluye el viaje en un vuelo privado a Berlín para asistir a la final de la Champions League de fútbol que se jugó el 6 de junio de 2015. En aquel vuelo viajaron también el Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, su mujer, Teresa Planas, y su hija, Anna Ribó.

Rafael Ribó ha reconocido que aceptó la invitación pero ha negado que tuviera ninguna relación con las personas que le invitaron o acompañaron en aquel viaje a Berlín. Jordi Soler, administrador único del Grupo Soler Constructora, que se hizo cargo de los cerca de 40.000 euros que costó el desplazamiento, asegura que ya había invitado a Ribó a viajar en el mismo avión a otra final de la Champions a Roma, en 2009. Soler y su grupo constructor han sido imputados por cohecho en esta causa. Ribó, no está imputado. Sí que lo está otro beneficiario de la invitación a volar gratis a Berlín a ver el partido Barça-Juventus: Josep Antoni Rosell.

De la Mata hace constar en su auto que Rosell, Sánchez y Santolaria "recibieron dádivas o presentes de las empresas investigadas. Estos pagos fueron realizados en atención a su condición de autoridades y funcionarios públicos, y para que realizaran en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes al mismo, todo ello con el fin de conseguir recibir irregular y fraudulentamente adjudicaciones de contratos públicos".

Los dos directivos de BIMSA recibieron de la empresa Oproler, también imputada por cohecho, regalos navideños como packs de Tres días de ensueño gourmet y Mil noches inolvidables, o, incluso, un jamón, según el juez. De Josep Antoni Rosell dice que "fue agasajado con múltiples invitaciones para asistir a partidos de fútbol para él y otras personas, así como viajes" por cuenta de la empresa Oproler Obras y Proyectos SLU.

Además de las personas y empresas mencionadas, el juez también imputa por cohecho a Josep Manuel Bassols, director de Oproler, Sergio Lerma, administrador único de Oproler, Pedro Javier del Llano, director general de Contratación de Oproler, y Ramon Anglada, consejero delegado de la constructora Rubau Torres.

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