La Alianza de las Civilizaciones fue una de las grandes apuestas de José Luis Rodríguez Zapatero, mientras la oposición de Mariano Rajoy se burlaba. Pasados diez años, aquel germen de entente internacional está a punto de pasar totalmente a la historia. El Consejo de Ministros ha decidido remitir su disolución a las Cortes.
El 28 de junio de 2010 se firmaron los protocolos internacionales por los que se creaba el Instituto Internacional de la Universidad de las Naciones Unidas para la Alianza de las Civilizaciones. El gobierno español se comprometía a aportar un millón de euros y la sede era facilitada por la Generalitat de Cataluña, concretamente en las dependencias del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Aquella aportación se redujo a partir de 2016 a 700.000 euros.
Los acuerdos subscritos estuvieron vigentes hasta diciembre de 2018, cuando se intentó renegociar los términos, pero el Reino de España informó de que no aportaría más dinero y llevó su disolución a las Cortes. Sin embargo, el 28 de octubre de 2018 la decisión decayó porque se disolvió el Congreso. Ahora el ejecutivo de Pedro Sánchez lo vuelve a llevar a las Cortes. La Alianza de las Civilizaciones ya es un recuerdo lejano.
