El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha encontrado la complicidad de la CUP para torpedear el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez. Asimismo, el portavoz de JxCat, Albert Batet, también ha aprovechado para cargar contra el presidente del Gobierno español en funciones.
Mientras tanto, Esquerra Republicana asegura que será el congreso que el partido celebra sábado en Barcelona el que fijará su posición final sobre la investidura. La portavoz, Marta Vilalta, se ha quejado de las “presiones” de los socialistas, e incluso ha amenazado que estas pueden llevar a romper las conversaciones. Vilalta se quejaba de que el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, haya dicho que ERC abandonaría la vía unilateral a la independencia.
Precisamente, en el congreso de ERC se mantiene esta opción, por más que se apueste por un referéndum pactado con el Estado en primer lugar.
Ante estas negociaciones, el puigdemontismo y la CUP han hecho una pinza en el Parlamento catalán, en claro desacuerdo con el otro socio independentista, ERC, que está negociando permitir la elección de Sánchez como presidente del Gobierno español.
Torra ha recordado que el Gobierno de la Generalitat trabaja con los objetivos de la independencia y la amnistía. Según el presidente catalán, eso es lo que le trasladó a Sánchez en la breve conversación telefónica que han mantenido ambos esta semana.
Para la CUP, la posición del Gobierno es “autonomista”, sobre todo con el acuerdo con los Comunes sobre la nueva fiscalidad, que incluye el incremento del IRPF a los que ingresan más de 90.000 euros anuales.
Batet, de total confianza de Carles Puigdemont, ha atacado a Sánchez por no haber hablado antes con Torra por teléfono. Batet, incluso, ha puesto en entredicho el acuerdo del vicepresidente Pere Aragonès con los Comunes sobre el incremento de la presión fiscal.
Torra, en cambio, ha defendido el pacto e incluso ha pedido “ayuda” al PSC con el PSOE para mejorar las inversiones del Estado en Cataluña.
