El expresidente Carles Puigdemont ha lamentado que el gobierno de Justin Trudeau en el Canadá pueda considerar que organizar un referéndum de autodeterminación es un "crimen". "Me preocupa que el gobierno canadiense parezca apoyar esta peligrosa tesis, tan defendida por la extrema derecha que, por desgracia, está ganando influencia en España", asegura en una carta abierta a los quebequeses y canadienses.
Puigdemont denuncia el veto de Ottawa a su entrada en el país que considera "gravemente perjudicial para la misma idea de democracia". "Estoy perplejo", afirma en la misiva, remarcando que esperaba que el Canadá fuera más "acogedor" y que impugnará el caso hasta las últimas instancias "si hace falta".
Después del segundo rechazo a la visita de Puigdemont a finales de octubre, sus abogados quebequeses y canadienses lo recurrieron a la Corte Federal del Canadá. En el recurso alegan que la decisión de denegarle la autorización de viaje electrónica (AVE) ha sido "precipitada" y "no respeta su presunción de inocencia".
A pesar de las críticas a Ottawa, Puigdemont asegura, pero, que el Canadá continúa siendo "un socio valioso para Cataluña". Además, el expresidente reitera su agradecimiento por la "solidaridad" expresada especialmente por el Quebec para "las aspiraciones pacíficas y democráticas del pueblo catalán".
