Las elecciones del 10-N dejaron muchas lecturas. Hay el análisis de los bloques independentista-constitucionalista, el del trasvase de voto entre socios, el del eje izquierda-derecha, el del fracaso de Cs y el de la subida de Vox. Pero hay uno en clave muy interna que sólo se ha hecho en círculos muy cerrados. Antes de las elecciones del 10-N, el entorno al presidente, Quim Torra, ya pensaba en la exconsejera Laura Borràs para liderar una hipotética lista de JxCat a la Generalitat en las próximas elecciones catalanas.
En los comicios del 28-A había conseguido salvar los muebles y no se le había visto especialmente incómoda en campaña. El 10-N apostaron por ella a manera de continuidad. La cita electoral, pero, fue mejor del que se esperaba, mejoró resultados, con una imagen bastante positiva entre el independentismo, y creció como candidata y como cabeza de cartel. Y si a esto se añade la euforia demostrada la noche del 10-N y el entusiasmo que contagió, queda claro que está naciendo una candidata a la Generalitat. Con el cabeza de cartel resuelto, Torra podría convocar las elecciones en el Parlament muy pronto.
