La plantilla del CF Reus, que juega a la segunda división del fútbol español, ha rechazado la posibilidad de cobrar de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y ha decidido denunciar el club ante la comisión mixta que forman la LFP y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
El Reus, que debe de tres nóminas a sus futbolistas, se encuentra en una situación límite que puede llevarlo, durante los próximos cinco días, al descenso administrativo y a la desaparición, ya que 16 jugadores quedarían liberados de sus contratos y la normativa obliga a los equipos a disponer de siete fichas de la primera plantilla.
El principal responsable es el máximo accionista de esta sociedad anónima deportiva, Joan Oliver, quien fue director general del FC Barcelona durante la presidencia de Joan Laporta. Oliver ya no tiene margen prácticamente para encontrar, a última hora, el inversor que él confiaba que rescataría el club.
Mientras tanto, los hinchas del CF Reus se organizan para manifestarse ante el estadio este sábado, antes del partido a contra el Córdoba CF, que no es seguro que se acabe disputando. Los futbolistas han dado de plazo hasta el viernes al club para que pague los meses de sueldo que adeuda.
