El 15 de marzo, el diputado Quim Torra recibía un WhatsApp donde el historiador y periodista Borja Vilallonga lo tentaba con la presidencia de la Generalitat: “¿Y si te proponemos que seas presidente?” –y añadía–: “No es broma”. En la respuesta, Torra ignoraba la primera persona del plural para afirmar: “No me lo propondrán nunca porque el PDECat no querrá nunca (y creo que ERC tampoco)”. La contundente respuesta de quien después sería presidente no encogió a su interlocutor: “Lo entiendo por la parte de los partidos, pero se podría buscar apoyo cívico”, e insiste: “Si me dejas, hablo con mi grupo” (?). Torra, pesimista, no se deja convencer: “Han renunciado a todo, Borja”, y a continuación pronuncia la frase más demolidora: “Quieren autonomismo”. La conversación se hizo pública el pasado 31 de agosto gracias a la captura de pantalla que Vilallonga publicó en Twitter. No hay que decir que el striptease ha levantado polvareda. Las palabras de Torra, pronunciadas dos meses antes de ser nombrado presidente, confirman lo que en los cenáculos políticos hace tiempos que se llama en voz baja, que el PDECat –Puigdemont al margen– y ERC han renunciado a perseguir activamente la independencia. Después, al ser preguntado Torra sobre la indiscreta conversación, no la desmiente: “que podemos hacer..”.
Las preguntas se amontonan: ¿Quién es Vilallonga? ¿Influyó en el posterior nombramiento de Torra? ¿Cuando dice que “si me dejas, hablo con mi grupo”, a qué grupo se refiere? Y la más importante: ¿Es verdad que los principales partidos han renunciado a la independencia?. Borja Vilallonga es un historiador y periodista, doctorado por el Écoledes Hautes Études en Sciences Sociales, que ha trabajado como profesor en la universidad de Columbia de Nueva York y ha colaborado como columnista de opinión en los principales diarios catalanes. Fue director del semanario El Temps y ejerce como “guía espiritual y coach”.
Después, en una extensa confesión, el periodista explica como los de su grupo “pensábamos que Quim Torra era el único diputado con capacidad para ejercer un liderazgo independentista que evitara la neoautonomia”. Pero la verdad ha sido muy diferente y, según dice, Torra se ha convertido en “el enterrador ideal, quien, en realidad, ha hecho más fácil de desplegar la neoautonomia”. Y a partir de aquí detalla los culpables de la derrota: “Ha sido también la victoria de en David Madí y en Sergi Sol, porque en Quim Torra no se ha enfrentado. Esto es la victoria de Artur Mas y Oriol Junqueras –los dos responsables principales de frenar la declaración de independencia después del referéndum”. Vilallonga explica como “su grupo” se reunió con Torra al poco de su investidura. Según él, el ya presidente les confesó: “Sólo me hacen firmar nombramientos, incrementos salariales, coches oficiales y dietas. Es lo único que los interesa”.