Transporte Sanitario de Cataluña (TSC), la nueva empresa ajudicataria del servicio de ambulancias en la demarcación de Girona y el Alto Maresme, ha denunciado que, el pasado 11 de diciembre, sus vehículos sufrieron un sabotaje en Blanes. Como consecuencia de esta acción, que no ha sido reivindicada y que actualmente investigan los Mossos d’Esquadra, el servicio quedó alterado durante dos días.
Este ataque a las ambulancias se enmarca, según la empresa, en el conflicto laboral que ha impulsado el Sindicato del Transporte Sanitario de Girona (STSG), que no está de acuerdo con las nuevas medidas de reestructuración de los servicios aprobadas el pasado 29 de noviembre, que contemplan un traspaso de trabajadores del área de urgencias a la de no urgencias. En un principio, el STSG, mayoritario en la empresa, aceptó estos cambios, pero modificó su posición después de que las asambleas de trabajadores los rechazaran ante la reducción salarial que implicaban en muchos casos.
Según TSC, empresa controlada por la familia Bonomi (Investindustrial), hay sospechas que estas asambleas fueron «manipuladas» por el STSG y por eso la empresa ha decidido implementar el acuerdo del pasado 29 de noviembre, a pesar del rechazo de este sindicato. TSC fue la gran beneficiaria del polémico concurso de la Generalitat para el reparto del servicio de ambulancias en Cataluña, con la obtención de seis de los doce lotes territoriales adjudicados. Aún así, la familia Bonomi –que también explota el parque de Port Aventura- ya hace meses que ha puesto TSC a la venta.
