La Mesa del Congreso de los Diputados, presidida por la popular Ana Pastor, ha decidido aplazar la decisión de otorgar a Convergencia Democrática, ahora PDC, la posibilidad de formar grupo parlamentario propio.
Un día después de que el Parlamento de Cataluña aprobara las conclusiones de la comisión para la independencia, la presidenta del Congreso ha pedido al jefe de filas convergente en la cámara baja, Francesc Homs, que justifique con argumentos jurídicos por qué creen que tienen derecho a un grupo propio. Desde la Mesa del Congreso, además, se han apresurado a desvincular la votación del Parlamento catalán de la decisión sobre el grupo parlamentario de CDC.
Todo ello sucede después que diversos dirigentes del PP hubieran mostrado su conformidad al grupo propio de los convergentes, y después que se haya publicado que los diputados de CDC permitieron que Ana Pastor, candidata del PP a presidir la cámara, lograra el cargo. Ahora han sido los representantes del PP y del PSOE en la Mesa quienes piden justificaciones a los convergentes.
Si una formación política con representación en el Congreso no dispone de quince diputados, condición para poder formar grupo propio directamente, el reglamento de la cámara baja da la opción de tener grupo propio a aquellas formaciones que hayan obtenido hasta cinco diputados que además tengan el 15% de los votos correspondientes a las circunscripciones donde hayan presentado candidatura o, también, si han obtenido un 5% de los votos en el conjunto de España.
CDC obtuvo 8 diputados pero no logró el 15% de los votos en las circunscripciones donde se presentó. Si los convergentes no acaban teniendo grupo propio, dejarán de ingresar más de 1,5 millones de euros y se habrán de enfrentar a otras dificultades de gestión de la actividad parlamentaria.
Se da la circunstancia que la Mesa del Congreso ya ha decidido que no dará grupos propios a las filiales territoriales de Podemos, como Compromís-Podemos-EUPV y En Marea.