El principal sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, se ha querellado contra Juan Manuel Vera, jefe de la Oficina Nacional de la Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria, por haber alertado a las personas que figuraban en la lista del informático Hervé Falciani como titulares de cuentas en la HBSC Private Bank de Ginebra (Suiza) y posibles defraudadores.
En febrero de 2010, la ONIF recibió de Francia 1.972 fichas de posible defraudadores que la Agencia Tributaria redujo, excluyendo prescripciones y personas no residentes en España, hasta totalizar 659 contribuyentes, que fueron avisados para que regularizaran voluntariamente su dinero en el extranjero, en vez de iniciar una inspección fiscal sobre ellos. La mayoría de los receptores de aquel aviso hicieron una declaración voluntaria, caso del entonces presidente del Santander, Emilio Botín, y de algunos familiares suyos.
Gestha, que ya se querelló contra los jefes de los departamentos de Inspección y Gestión de la Agencia Tributaría de la época -ambos declararon ante el juez-, ha ampliado su acción contra el jefe de la ONIF, la primera persona que analizó los datos remitidos por Francia.
Según el contenido de la querella de este sindicato, Vera «omitió su deber de denunciar hechos presuntamente delictivos» y «procuró a los defraudadores los beneficios de la excusa absolutoria, prevista en el Código Penal». Gestha señala que Vera cometió prevaricación.
