Si el papa Francisco y el copríncipe episcopal, Joan-Enric Vives, no dicen lo contrario, Andorra contará muy pronto con su primer casino de juego. La Ley de regulación de los juegos de azar, aprobada por el Consejo General (Parlament) a finales del año 2014, preveía que el país de los Pirineos tendrá un único casino y que la concesión, por un periodo de 20 años, se hará mediante concurso.
De momento, ya se ha creado el Consejo Regulador Andorrano del Juego (CRAJ), que es el organismo encargado de controlar este sector, y se está procediendo a la redacción del reglamento específico que tiene que regir el funcionamiento del futuro casino. Según las previsiones de Xavier Bardina, director del CRAJ, el concurso y la selección del adjudicatario de esta concesión se pueden concretar antes de que acabe 2016.
La empresa que resulte escogida para explotar el primer casino de Andorra estará obligada, por ley, a pagar un canon anual de 2 millones de euros y, además, tendrá que pagar un impuesto del 10% sobre la recaudación bruta de las actividades de juego. Eso sí, las autoridades permiten que se pueda fumar en sus instalaciones, puesto que esto garantiza, según los estudios hechos, que los ingresos se incrementan en un 20%.
De momento, ya ha trascendido que habría seis empresas interesadas en explotar el primer casino de Andorra. Según la cónsul (alcaldesa) de Andorra la Vieja, Conxita Marsol, dos empresas se han dirigido a su Común con la intención de ubicar el futuro casino en esta parroquia.
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