Antoni Vives, uno de los ideólogos de la política neoliberal que ha caracterizado el gobierno de Xavier Trias y uno de los responsables de la derrota de CiU en las elecciones del 24 de mayo pasado, ha dejado la política municipal para volver al sector privado como economista, un trabajo que compaginará con la carrera de novelista y con el activismo cultural. Su marcha por la puerta trasera es la primera baja del equipo de Trias después de la derrota electoral y alimenta la incógnita sobre el relevo generacional en el grupo municipal, puesto que Vivas era uno de los nombres que más habían sonado para sustituir al histórico dirigente convergente.
La renuncia de Antoni Vives como regidor se hizo efectiva el pasado 7 de septiembre coincidiendo con la celebración de un pleno extraordinario para discutir la adhesión de Barcelona a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). La negativa del gobierno Colau a secundar la propuesta presentada por CiU, ERC y la CUP elevó el volumen del ruido mediático provocado por la campaña del 27S e hizo que la marcha de Vivas pasara prácticamente inadvertida.
De hecho, sólo Trias y su mano derecha, Joaquim Forn, tenían idea de las intenciones de Vives. La alcaldesa, Ada Colau, se enteró poco antes de que el regidor convergente presentara la baja en la Secretaría General. Ocupa la vacante Raimond Blasi, un joven espada de Unió pillado hace dos años jugando a Apalabrados con la tableta minutos antes del inicio de un pleno.
Vives explicó su despedida a la francesa en un comunicado que dejó muchas preguntas sin respuesta. «Después de un periodo de reflexión profunda llevado a cabo en las últimas semanas, he decidido volver a la actividad profesional privada de la que salí ahora hace unos quince años», decía. El exregidor también tenía palabras de agradecimiento para Trias.
«He podido servir como teniente de alcalde de Barcelona transformando la ciudad a favor del bien público», explicaba. No obstante, el aterrizaje de Vivas en el consistorio barcelonés en 2007 fue muy accidentado. Colocado con calzador por orden de Mas, su llegada levantó ampollas en el grupo municipal por su fama de ambicioso. De hecho, las peleas de Trias y Vivas eran sobradamente conocidas por los periodistas.
LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA