Jordi Sumarroca Claverol, miembro de una de las familias de empresarios más poderosas del pujolismo y consejero delegado de la constructora Teyco, se encuentra recluido en la prisión de Quatre Camins por orden del Juzgado de Instrucción número 1 del Vendrell, que le investiga por un supuesto soborno al exalcalde de Torredembarra, Daniel Masagué.
Sus primeros días de privación de libertad los pasó en la prisión de Tarragona, cuyos funcionarios denuncian que recibió trato de favor, revela El Mundo.
Según los enlaces de CCOO en este centro penitenciario, Jordi Sumarroca recibió el primer trato de favor 20 minutos después de haber ingresado en prisión, cuando la subdirectora de Tratamiento del centro, a pesar de que cinco funcionarios trabajaban en el turno nocturno, presidió el ‘comité de bienvenida’, algo que los trabajadores destacan como inusual y que vinculan a una posible llamada desde Barcelona.
El según trato de favor que señalan está relacionado con el contacto que mantuvo con sus abogados el último domingo. Se trata, explican, de una comunicación que se pide con una semana de antelación y se realiza de lunes a viernes en una sala de locutorios. Y no sólo denuncian que se produjera en fin de semana, sino que, además, tuvo lugar en un despacho donde era posible el contacto directo, algo que los trabajadores de la prisión consideran insólito.
Estos denunciantes también señalan que Jordi Sumarroca no tuvo que esperar a los plazos y a la solicitud típicas de los vis a vis, sino que se encontró con su esposa y hermanos el domingo a primera hora y no en los locutorios que la mayoría de reclusos usan en su primera comunicación con la familia cuando ingresan en prisión.
Los trabajadores de la prisión critican, en este sentido, que altos funcionarios, que no son funcionarios de carrera (los designa la Generalitat), son serviles con el poder político hasta el punto de saltarse normas.
Con Masagué, también
Según explican los mismos funcionarios al El Mundo, el exalcalde de Torredembarra, Daniel Masagué, también recibió el mismo trato de favor que Jordi Sumarroca referente al ‘comité de bienvenida’ y a la comunicación con su abogado.