La reacción de la dirección de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) a la presentación de la plataforma independentista Hereus UDC 1931 en el seno del partido ha consistido en mover los hilos para expedientar a los díscolos, más cercanos al presidente Artur Mas que al presidente de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, a quien han criticado duramente.
El secretario general de UDC, Ramon Espadaler, ha anunciado este jueves que los servicios jurídicos del partido ya han recibido el encargo de estudiar la opción de abrir expediente a los militantes que, en la línea de Hereus UDC 1931, den su apoyo a la lista electoral de Mas el 27-S.
Si bien Espadaler no se ha referido explícitamente a su expulsión, ha lamentado que el sector independentista haya considerado «irrelevante» el resultado de la consulta interna del partido sobre el ‘proceso’ y ha añadido que quizás lo que es irrelevante es que los contrarios a la línea marcada por la ejecutiva del partido continúen en Unió.
Espadaler ha respondido con dureza a la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, acusándola de «deslegitimar y poner en cuestión» a la Cámara. De Gispert, este jueves, ha arremetido contra Duran, a quien ha atribuido «una estrategia calculada» desde 2010 para dinamitar el ‘proceso’.
Este viernes, en declaraciones a Catalunya Ràdio, la cabeza visible de los independentistas de Unió, Antoni Castellà, ha señalado que «Si nos expulsan, echarían a diez miembros de la dirección y 400 militantes ya adheridos a la plataforma Hereus UDC 1931. Sería una autoextinción«.
