La rotura supuestamente armónica que de cara a la opinión pública están teniendo las dos formaciones de la federación Convergència i Unió podría cambiar en el momento de repartirse la deuda que arrastran. Según el último informe de la Sindicatura de Cuentas, con datos del 2011, la federación arrastra una deuda de casi 13 millones de euros. Por separado, Unió es uno de los partidos más endeudados: 16,2 millones, mientras que el de Convergència es de 3,2.
Esta cifra compartida se tendría que repartir equitativamente: como Convergència tiene más representación en las instituciones y, por lo tanto, recibe más subvenciones, tendría que asumir la mayor parte. El 25% de estos 13 millones, el equivalente a la representación democristiana, son 3,2 millones, que convierten a Unió Democrática en el partido más endeudado del Parlamento, y con pocas expectativas de liquidarlo dado que si concurre por separado a los próximos comicios se podría quedar incluso sin representación. ¿Ruptura tranquila?
