Las empresas con participaciones superiores al 5% en otras compañías o con inversiones que superen los 20 millones de euros quedarán exentas de pagar impuestos si estas inversiones les reportan beneficios, según la letra pequeña de la reforma fiscal aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Los agraciados con la modificación serán los grandes bancos y corporaciones, los únicos con la capacidad económica requerida.
El Gobierno, recoge el diario ‘El País’, justifica la medida por «la armonización» con la Unión Europea. A efectos prácticos, la reforma supone una ventaja para grandes empresas y un perjuicio para las pymes, que no pueden asumir inversiones de 20 millones.
La reforma también incluye la exención del pago de impuestos al capital que las empresas tengan en el extranjero siempre que hayan tributado a otros países un Impuesto sobre sociedades superior al 10%. Una medida que, teniendo en cuenta los beneficios fiscales que conceden algunos países, puede comportar que las empresas no paguen este tributo en ninguna parte.
