Los empleados de la multinacional Alstom en Santa Perpètua de Mogoda han pasado a la acción esta semana con una jornada de huelga que empezó la noche de este martes y acabó la noche de este miércoles. Mediante una concentración ante la puerta de la fábrica, se han manifestado contra el ERE, que supondrá el despido de 193 personas, y han pedido al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que se implique y se oponga a lo que consideran un chantaje por parte de la empresa.
No será la primera huelga para intentar tumbar el ERE: están previstas tres más los días 29, 30 y 31 de julio. Según el presidente del comité de empresa de la planta, Gabriel Moreno, el seguimiento ha sido del 100% en esta primera huelga y ningún empleado ha entrado a trabajar. Moreno cree que el expediente es una decisión política y que las huelgas pueden servir para presionar la dirección en las futuras negociaciones. En este sentido, por ley, están previstas tres reuniones. Este jueves, en el marco del plazo de consultas del ERE, dirección y comité de empresa volverán a hablar. Moreno sostiene que el conflicto laboral de Alstom no sólo pone en peligro el futuro de la planta, sino que afecta al futuro industrial de Catalunya.
Los trabajadores, que quieren obtener un nuevo convenio colectivo, niegan los motivos aducidos por la empresa cuando anunció el ERE. Según Alstom, hay un exceso de capacidad productiva porque ha bajado el volumen de pedidos ferroviarios en todo el Estado durante los años de crisis.










