«Las familias no nos quedaremos impasibles ante la privatización de la escuela pública». Así de contundente se manifiesta la Federaciónde Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Catalunya (Fapac), que prevé participar este sábado en un acto de protesta (un «exilio simbólico» convocado por la plataforma Cap escola es tanca (Ninguna escuela se cierra) ante el consulado de Finlandia, país de referencia en materia educativa.
La Fapac ha advertido este martes que el Departamento de Educación, que dirige Irene Rigau, suprimirá líneas en una veintena de centros y que la reducción de grupos podría afectar, además, a centros una vez se hayan culminado las comisiones de garantías del proceso de preinscripción escolar. Estos recortes educativos se añadirían a los cierres anunciados anteriormente «para equilibrar las necesidades demográficas»: los de las escuelas Mirades (Torredembarra), Germans Amat (Terrassa) y Rosa dels Vents (Barcelona), y el del instituto Bosch i Gimpera (Barcelona).
Los padres y madres de los alumnos catalanes denuncian que se cerrarán grupos de escuelas públicas que tienen una demanda suficiente. El responsable de Fapac en el Baix Llobregat, Juan Ramon Torres, prevé que se indicará a muchas familias que no quedan plazas en centros educativos públicos para derivar escolares a la concertada.
Contraste ilustrativo
El Departamento de Educación catalán ha anunciado que cerrará uno de los dos grupos de P3 del centro público Juncadelles de SantVicenç dels Horts, que ha sumado 39 preinscripciones. En cambio, pretende mantener la única línea del centro concertado Immaculada, que sólo ha obtenido 16 preinscripciones, y no suprimirá ningún grupo del también concertado centro Sant Vicenç, que tiene 45 niños preinscritos, denuncia Fapac. Otro caso parecido es el que sufre el centro público Pere de Tera de Badalona.