Ferran Adrià impone su ley en el parque del Cabo de Creus

La normativa prohíbe que las edificaciones en el parque se amplíen más de un 20%, pero elBulli1864 se agrandará en un 350%
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ferran adrià
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El cocinero Ferran Adrià se ha convertido en un peligroso megalómano que se cree con el derecho de cambiar las leyes para adaptarlas a sus caprichos. Nadie le discute sus méritos por haber renovado la gastronomía ni podemos olvidar los galardones internacionales que le han sido concedidos por su tarea como chef del restaurante elBulli, entre los años 1984 y 2011.

No obstante, el proyecto que, a su mayor gloria, pretende edificar Ferran Adrià en la cala Montjoi, dentro del perímetro del Parque Natural del Cabo de Creus, es un atentado inadmisible a la normativa medioambiental y urbanística de Cataluña. Lo más grave de este affaire es que la Generalitat del presidente Artur Mas se ha prestado, de manera vergonzosa, a los delirios grandilocuentes de Ferran Adrià.

Saltándose toda la legislación que protege el Cabo de Creus, declarado Parque Natural en 1998, el Consejo Ejecutivo ya ha aprobado la memoria preliminar del futuro complejo elBulli1846 (el número 1864 hace referencia a las recetes culinarias que ha creado el chef) y, próximamente, piensa tramitar la construcción de este «santuario gastronómico» como proyecto de ley para que sea discutido y aprobado por el Parlamento de Cataluña, hecho que comportará la concesión directa de la licencia de obras.

La excusa para vulnerar la normativa vigente es que se trata de una «actuación de interés público de primer orden», según la terminología que emplea la Generalitat.

Privatización de Cala Montjoi
La reglamentación urbanística del Parque Natural del Cabo de Creus es muy restrictiva y sólo permite un incremento máximo del 20% de las edificaciones ya existentes. El Bulli fue fundado en 1962 por la pareja alemana Hans y Marketta Schilling y funcionaba como un «chiringuito» de playa con minigolf.

Fue a partir de la llegada del cocinero Jean-Louis Neichel cuando el restaurante empezó a ganar renombre en el reducido y elitista círculo de los gastrónomos. En el año 1981 aterriza Juli Soler, que se hace cargo de la dirección y es quien ficha un entonces desconocido Ferran Adrià. El «chiringuito» de los Schilling en la cala Montjoi ocupaba 1.116 metros cuadrados y el proyecto elBulli1864 que promueve el cocinero de L’Hospitalet tendrá una superficie de 4.383,5 metros cuadrados, además de una residencia aneja de 830 metros cuadrados: el volumen edificado se incrementará, pues, ¡en un 350%!

Los ecologistas de la plataforma Salvem l’Empordà han puesto el grito en el cielo ante este despropósito urbanístico que cuenta con el apoyo entusiasta del consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, y que abre la puerta a la «barra libre» en la destrucción de los espacios protegidos. En este sentido, el alcalde del Port de la Selva, Josep Maria Cervera (CiU), ya ha pedido que esta política de manga ancha también se aplique a su municipio, donde, desde hace años, el lobby inmobiliario se ha apoderado del Ayuntamiento.

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