La aparición en los medios de comunicación de los movimientos del Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha provocado que el ex jugador de balonmano desconfíe de su equipo de seguridad y esté buscando al responsable de las filtraciones, según informa el diario Vanitatis.
Urdangarin trata de evitar su exposición a los medios de comunicación desde que se destapó el caso Nóos, por el cual está acusado de diversos delitos; aunque ello no ha evitado que sea objetivo de los focos allá donde va. La filtración de su viaje a Londres, a donde voló para realizar una entrevista de trabajo y aprovechó la estancia para jugar a la ruleta en un exclusivo casino británico, preocupa al duque, que cree que detrás de la información está alguno de sus guardaespaldas.
Hasta la eclosión del caso Nóos, eran los propios guardaespaldas de los Duques de Palma quienes se encargaban de negociar con los fotógrafos los momentos en los que se les permitía tomar fotos de la familia, pero desde el inicio de las diligencias judiciales se cortó la relación entre seguridad y prensa. Según Vanitatis, el traslado de la Infanta Cristina a Suiza permitirá a la hija del monarca español y a sus descendientes estar menos expuestos a los focos, pues la legislación suiza respecto al derecho a la intimidad es mucho más estricta que la española.
Mientras, Urdangarin permanecerá en Barcelona donde prepara su defensa en el caso Nóos y trata de evitar nuevas filtraciones de su vida privada, como la publicación de los correos electrónicos que se envió con su amante que EL TRIANGLE publicó en su número 1124. Al mismo tiempo intentará de descubrir quién está detrás de las filtraciones de su agenda privada y encontrar un trabajo que le permita mantener su estatus de vida y pagar la hipoteca de su lujoso palacete en el barrio barcelonés de Pedralbes.
