Las elecciones andaluzas dejaron un escenario en su Parlamento que permite echar de la Junta el PSOE después de casi 40 años de poder ininterrumpido. El precio a pagar por PP y Cs, pero, es tener que pactar con el ultraderechista Vox. Ninguno de los dos partidos ha vetado la formación de Santiago Abascal y parecen dispuestos a llegar a acuerdos con ellos si esta es la única opción que tienen para desalojar los socialistas del Palacio de San Telmo. La aura que rodea Vox, pero, recuerda mucho la de partidos muy conocidos en Europa, como el Frente Nacional francés. De hecho, mantienen relaciones habituales y se consideran mutuamente el suyo en lo referente a cada uno de los territorios respectivos. Esto es, justamente, el que ha asustado de manera desproporcionada el ex-primero ministro de Francia y candidato a la alcaldía de Barcelona,
Manuel Valls.
Él se presenta a las municipales con el apoyo de Ciudadanos, pero con una plataforma supuestamente independiente. Valls, pero, al ver el acercamiento a Vox ha amenazado incluso de desvincularse y ha optado para hacer un cordón sanitario a Vox, cómo ha pasado a menudo en Francia con el Frente Nacional. Así, si Cs acaba pactando con Vox esto podría significar una ruptura entre Valls y el partido de Albert Rivera en Barcelona y que el ex-primero ministro decidiera igualmente presentarse a las elecciones municipales, pero sin Ciudadanos, que entonces se vería obligado a competir con otra candidatura.
