Los problemas entre JxCat y ERC no hacen más que multiplicarse. Lejos de quedar todo en stand by hasta que se convoquen elecciones, los enfrentamientos y las diferencias de criterio se ensañan en el Gobierno catalán. Las discusiones y los choques son constantes y, además, públicos. Juega también a favor de este escenario el juego electoralista que desde hace semanas tienen ya todas las formaciones que quieren concurrir a las elecciones, sean cuando sean.
Además, la puesta en marcha de la mesa de diálogo con el gobierno español todavía hace aflorar más distancias entre los dos socios independentistas. Últimamente, pero, a cada problema entre JxCat y ERC aplican la misma solución: una reunión entre el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente, Pere Aragonès, y parece que todo vuelve a su lugar. Pero únicamente lo parece…
