La situación del independentismo hace prever que las elecciones al Parlamento catalán no tardarán. Prácticamente todo el mundo prevé que habrá convocatoria electoral antes de un año y esto hace que las maquinarias de los partidos estén ya en marcha para preparar el terreno. Y la CUP no es una excepción.
Las voces más experimentadas de la cúpula ya han puesto en alerta a la dirección y han pedido movimientos para reorientar la formación de cara a las posibles elecciones. "Los planteamientos que hemos ofrecido nos han hecho pasar casi desapercibidos, y gente que nos podría votar por el que hacemos no lo ha hecho por cómo lo decimos", asegura una de las dirigentes en privado. La autocrítica ha empezado esta vez desde arriba, una práctica poco habitual en un partido donde todos los giros se impulsan desde la base.
