Jaume Casanovas me invitó a presentar un acto organizado por el grupo de Federalistes d'Esquerres de Vilanova i la Geltrú el 22 de octubre de 2015. Acepté encantado, claro está. El cartel era de los buenos: Raimon Obiols, ex-primer secretario del PSC; Victòria Camps, catedrática de Filosofía Moral y Política y vicepresidenta de Federalistes d'Esquerres y Andreu Mayayo, catedrático de Historia Contemporánea. Participar en aquel acto, en el queCasanovas hizo una breve introducción y cierre de la sesión, me permitió reencontrarme con el ex-alcalde de Vilanova i la Geltrú.
Al acabar el encuentro y mientras me acompañaba a buscar el coche con el que me había desplazado a Vilanova conversamos un rato distendidamente. Descubrí que el proceso independentista había creado tensiones en su familia. Como en la de tantos otros catalanes. En aquellos tiempos, todavía había mucha gente que negaba que este debate provocaba tensiones desagradables y malos rollos dentro de las familias y entre amistades. Me pareció que a él esta cuestión lo afectaba especialmente.
El debate que moderé formaba parte de un ciclo bautizado con el nombre de "Hagamos una propuesta federalista desde la izquierda". Casanovas lo cerró reclamando la vía federal como mejor fórmula para resolver el encaje de Catalunya y España.
Después de aquel día hemos coincidimos en varios encuentros de Federalistes d'Esquerres. El grupo de Vilanova i la Geltrú ha sido y es uno de los más activos,
Unas horas después de saber la noticia de su muerte fui al centro comercial Diagonal Mar, en Barcelona. Estuve un rato sentado en un banco observando como desfilaba todo tipo de gente ante mí. Gente sencilla de mil y un orígenes diferentes. Me los miraba y pensaba en Jaume Casanovas y nuestra convicción federalista compartida. Para mí esta convicción quiere decir que me siento cercano e interesado por todas y cada una de las personas que tengo cerca. Que si se puede ayudar en algo a cualquiera de ellas que cuenten conmigo. Federalismo es compartir, ayudar, tratarse de tú a tú, acercarnos los unos a los otros en vez de marcar fronteras y resaltar diferencias. Estoy convencido que Jaume también lo veía así.
Y así lo seguiremos explicando, ahora tristemente sin él.
