Miquel Roca, el hombre clave de Cataluña

A sus 80 años, Miquel Roca Junyent, que fue secretario general de Convergència Democrática (CDC) y mano derecha de Jordi Pujol, continúa en plena actividad. Pero en esta nueva etapa, que empezó en 1996, como abogado y eficaz asesor jurídico y estratégico de grandes empresas.

Dos de sus clientes más importantes son compañías controladas por grupos empresariales italianos, con una fuerte presencia en Cataluña. Se trata de la eléctrica Endesa, participada mayoritariamente (70%) por la empresa estatal Enel; y Abertis, compartida al 50% por Atlantia, de la familia Benetton, y por ACS, de su gran amigo Florentino Pérez.

Estas dos empresas con presencia de intereses italianos tienen su actividad regulada (precios, concesiones…) y dependen fuertemente de las administraciones central y catalana para poder desarrollar óptimamente sus negocios. Y aquí Miquel Roca Junyent, que tiene buena mano en el trato entre bambalinas con políticos de todos los colores, tanto de Madrid como de Barcelona, juega un papel capital.

Ahora, al veterano abogado se le acumula el trabajo. Tanto Endesa como Abertis tienen importantes concesiones en Cataluña que ya están vencidas o que están a punto de caducar y si el Gobierno español o la Generalitat las ejecutan, el golpe será muy duro para las finanzas de estas dos compañías y para sus cuentas de resultados.

Endesa –que se quedó con las históricas Fecsa, Enher y Hec– es la principal empresa productora y distribuidora de electricidad en Cataluña, territorio donde tiene su fuente de ingresos más importante. Aquí participa, a través de ANAV, en la explotación de las tres centrales nucleares que hay implantadas (Ascó I, Ascó II y Vandellòs II), tiene dos plantas térmicas de generación con gas en Sant Adrià de Besòs y la concesión de 47 centrales hidroeléctricas.

El problema es que ocho de estas 47 centrales hidroeléctricas, las de la cuenca de la Noguera Pallaresa, tienen vencida su concesión desde hace años y, por lo tanto, operan en falso. La Diputación de Lleida ya ha instado a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para que, en cumplimiento de la ley de aguas, proceda al rescate de estas ocho instalaciones.

Por su parte, Abertis también ve peligrar su “gallina de los huevos de oro”. La concesión de la autopista AP-7 entre la Jonquera y Tarragona , una de las más rentables del grupo de infraestructuras, se acaba el 31 de agosto del año próximo. En esta fecha también periclitan las concesiones de la AP-2, entre el Vendrell y Zaragoza; la C-32 norte, entre Montgat y Blanes; y la C-33, entre Barcelona y Parets del Vallès. Las dos primeras dependen del ministerio de Fomento y las otras dos de la Generalitat.

Pero Abertis no se quiere ir con las manos vacías. Reclama al Estado una compensación de 3.325 millones de euros por las obras de mejora que ha hecho, a lo largo de los años, en la AP-7 y por los descuentos que ha aplicado a los peajes. También presiona para acelerar las obras de prolongación de la C-32 entre Blanes y Lloret –a las cuales se oponen los ecologistas–, que le abrirían la puerta a una nueva ampliación de esta concesión.

El “caballo de Troya” de las constructoras madrileñas

Miquel Roca Junyent fue diputado en el Congreso entre los años 1977 y 1995. Durante esta dilatada etapa madrileña, no solo tuvo un papel importante en la redacción de la Constitución; también tuvo la oportunidad de relacionarse con destacados empresarios de la capital del reino y se convirtió en valedor de sus intereses en Cataluña. Dos de sus contactos más privilegiados que hizo son del sector de la construcción y de las obras públicas: Rafael del Pino (Ferrovial) y Florentino Pérez (ACS).

Con el presidente del Real Madrid compartió la fracasada aventura de la Operación Reformista, en 1986, y desde entonces le ha acompañado en la vertiginosa expansión de su grupo empresarial, montado a partir de una empresa que se vio arrastrada por la quiebra de Banca Catalana, Construcciones Padrós.

Ferrovial se implantó en Cataluña con la polémica adjudicación por parte de la Generalitat, en 1986, de la autopista Terrassa-Manresa, y se ha hecho fuerte en el negocio de la recogida y gestión de residuos urbanos, que tiene su epicentro en el macrovertedero de Can Mata, en Hostalets de Pierola. La ACS de Florentino Pérez era una de las empresas donantes de la trama del 3% y Ferrovial pagaba las comisiones corruptas a través del Palau de la Música.

Siempre discreto y escurridizo, Miquel Roca Junyent ha prestado grandes servicios al Estado español surgido de la transición postfranquista, como la defensa y absolución de la infanta Cristina en el caso Nóos. Por ello ha sido reconocido con altas condecoraciones, entre las cuales están la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, la Orden del Mérito Constitucional, el Gran Collar de la Orden del Mérito Civil, la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía, la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort… En Cataluña cuenta con la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat y ha sido compensado con la presidencia del Museo Nacional de Arte.

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