Los corales serán siempre nuestros

La falta de gobierno efectivo en la Generalitat y la parálisis del Parlamento de Cataluña -empantanado desde hace cuatro meses en la rocambolesca ceremonia de la investidura del nuevo presidente- no sólo lo paga el conjunto de la sociedad catalana y, en especial, las 40.000 personas que esperan y se desesperan para cobrar la renta mínima de inserción. También las diezmadas colonias de corales que quedan en el litoral de la Costa Brava, que no tienen derecho a voto ni pueden quejarse.

Antes de los hechos de octubre, el departamento de Agricultura de la Generalitat había decretado el establecimiento de una moratoria de diez años para la extracción de coral rojo en la zona marítima de su competencia, entre el cabo de Begur y la frontera francesa. Esta decisión venía avalada por un informe del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que alertaba de la precaria situación de las colonias de coral, sometidas durante años al expolio de los pescadores que se dedican a este lucrativo negocio, prohibido en otros lugares del Mediterráneo.

Pero el ministerio español de Agricultura se ha dejado convencer por las presiones del lobby coralero y ha otorgado 12 licencias para extraer esta preciada planta -empleada para hacer joyas- entre la zona de Arenys de Mar y Begur. Los ecologistas y los biólogos marinos se han puesto las manos en la cabeza ante esta decisión del departamento de la ministra Isabel García Tejerina, que consideran un disparate.

Establecer fronteras en el mar es muy difícil. Con el otorgamiento de estas 12 licencias, el ministerio de Agricultura abre las puertas a que los desaprensivos puedan continuar expoliando los corales de la Costa Brava, en la zona donde la Generalitat ha establecido la moratoria, y después hacer ver que proceden del área de explotación autorizada por Madrid. Además, es seguro que el litoral entre Arenys de Mar y Begur quedará absolutamente devastado, ya que ni siquiera existirá la veda de seis meses vigente hasta ahora.

Con un gobierno de la Generalitat operativo y fuerte, sostenido por una sólida mayoría parlamentaria, situaciones como la autorización ministerial para la extracción de coral en la Costa Brava serían impensables y, en todo caso, merecerían una contundente respuesta política y judicial. La anterior consejera de Agricultura, Meritxell Serret, está viviendo en Bélgica y, en aplicación del artículo 155, este departamento de la Generalitat ha quedado bajo la tutela del ministerio de Isabel García Tejerina, que, obviamente, impedirá que la administración catalana emprenda medidas para anular las 12 licencias que se han otorgado para extraer coral.

Yo tengo el máximo respeto por los presos independentistas. Pero también tienen que ser conscientes del desastre absoluto que han provocado.

(Visited 37 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario