Los independentistas están preocupados -lógicamente- porque en una votación limpia y seria sobre qué prefieren los catalanes en cuanto a la relación con España tienen las de perder. Los sondeos y encuestas siempre les dejan, desde hace tiempo, por debajo de los ‘no independentistas’. Por ello, Òmnium Cultural puso en marcha la burda campaña de ‘Luchas compartidas’ para apropiarse de las de las movilizaciones de los trabajadores y trabajadoras bajo el franquismo en las que nunca participó esta asociación. Por ello, Jordi Cuixart, su presidente, intentó apropiarse de Federico García Lorca en una desafortunada intervención en el acto del pasado domingo en las fuentes de Montjüic. Y por eso, Vilaweb calculaba hace unos días que una buena parte de los catalanes federalistas acabaría votando SÍ a la independencia caso de celebrarse esa consulta.
Según estos cálculos, 286.000 federalistas catalanes optarían por la independencia puestos entre la espada y la pared de elegir entre un SÍ y un NO. Además, 149.000 tendrían sus dudas. Y, finalmente, unos 715.000 votarían NO. Total, que en Cataluña hay 1.150.000 federalistas.
Si un digital concertado por la Generalitat y defensor a muerte de la independencia de Cataluña reconoce que hay 1.150.000 federalistas, es de suponer que la musiquita aquella de que no hay la dejaremos de escuchar pronto.
El 1 de octubre no se hará ningún referéndum. Lo sabe todo el mundo. Incluso los que lo anunciaron el pasado 9 de junio. Algún día se hará en alguno serio. Seguramente entonces ni Carles Puigdemont será presidente de la Generalitat ni Vicent Sanchis director de TV3.
¿Qué harán en este referéndum los federalistas? Es posible que decanten sus opciones en las proporciones que recoge el artículo de Seda Hakobyan y Alexandre Solano en Vilaweb. Lo que es seguro es que, sea cual sea el resultado, el más de un millón de federalistas catalanes no dejarán de serlo. El futuro fraternal está de su lado.
