El ejemplo de ‘Zubiak’

"Te quiero dar una segunda oportunidad para que puedas rehacer tu vida". Esta frase la expresa Maixabel Lasa, viuda de Juan María Jáuregui (político socialista vasco asesinato por ETA en 2000) a Ibon Etxezarreta, el etarra que mató a su marido. La conversación entre Lasa y Etxezarreta, después de algunos encuentros previos, la recoge el documental Zubiak. La afirmación que hace Maxiabel Lasa no exige ninguna explicación. No necesita ninguna. Es de una humanidad y de una valentía enormes. Pero lo que tiene más valor de todo es que Lasa decida entrevistarse con la persona que mató a su marido, bastantes años más tarde del atentado.

Dudo que yo fuera capaz de hacerlo en su caso. No creo que haya peor rostro del ser humano que el terrorista. El dolor que ha generado a las familias de las víctimas de ETA es inmenso. Y los costes en términos de convivencia y división social en el País Vasco también son muy grandes. Zubiak tiene un valor enorme, tanto por el trasfondo humano o moral como por el político. Es una puerta a la reconciliación, a la convivencia y a la pluralidad.

Maxiabel Lasa, en más de una ocasión, durante el documental, reitera su voluntad de construir puentes y de buscar la entente entre diferentes Relata que es lo que hacía y habría hecho su marido. Y lo repito: dice todo esto habiendo sido asesinado por ETA. Seguramente  otro en su misma situación desearía venganza o que la prisión permanente revisable fuera una realidad todavía más dura. Pero ella no. Le desea lo mejor. Quiere que pueda empezar de nuevo. Es la reconciliación en mayúsculas.

¡Cómo tendríamos que aprender de ella en Catalunya! A pesar de que el proceso independentista se ha caracterizado por la ausencia de violencia y por manifestaciones festivas y cívicas, no se pueden pasar por alto los brotes de violencia y los disturbios de carácter minoritario que tuvieron lugar hace unas semanas, sobre todo en Barcelona, pero también endiferentes puntos de Catalunya. Tampoco se pueden obviar algunos lemas o consignas que se suelen utilizar durante las manifestaciones independentistas, como por ejemplo "Ni olvido ni perdón", "Pim, pam, pum, que no quede ni uno", o las declaraciones realizadas por la presidenta de la ANC legitimando la violencia, puesto que los incidentes que se produjeron aquellos días, según ella, tienen un impacto internacional.

¿Por qué somos tan poco empáticos con aquellos que no piensan como nosotros? ¿Por qué tenemos la necesidad de pintar las sedes y los locales del resto de formaciones políticas? ¿Por qué hay políticos que no condenan la violencia? ¿Por qué los representantes elegidos democráticamente no son capaces de sentarse alrededor de una mesa y dialogar? ¿Por qué no nos respetamos los unos a los otros? ¿Por qué nos insultamos continuamente en las redes sociales?

La lección de la viuda de Juan María Jáuregui a toda nuestra comunidad democrática es evidente. Tenemos que intentar ser empáticos, buscar puntos de entente, condenar toda violencia, buscar acuerdos y respetarnos los unos a los otros.

Construyamos puentes. La convivencia se lo vale. Aprendamos.

(Visited 209 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario