Xavier Vilajoana puede pasar a la historia como el directivo más audaz, o irresponsable según se mire, si acaba haciendo realidad su propósito de presentarse a las elecciones previstas para el 2021 como candidato continuista. Vilajoana ha decidido colgarse la etiqueta del continuismo de la única junta a la cual ha pertenecido, bajo la presidencia de Josep Maria Bartomeu, y liderar una candidatura que cuando menos apueste para defender los valores y la gestión de la actual directiva.
Xavier Vilajoana ha protagonizado diferentes intentos de desmarque respecto a la junta de Bartomeu a lo largo de estos cinco años de mandato, el más destacado cuando el 1-O el Barça acabó jugando el partido a puerta cerrada ante Las Palmas contra el criterio de algunos directivos que cómo Jordi Monés o el vicepresidente Carles Vilarubí presentaron su dimisión este mismo día. Vilajoana realizó un intento, pero acabó escogiendo el refugio de la junta para cultivar su cargo, ascender en el ámbito del fútbol base y de la parcela deportiva y esperar su momento.
El tiempo y los acontecimientos han ido precipitando su aparición en el escenario electoral porque, sucesivamente, los vicepresidentes Jordi Cardoner y Emili Rousaud han caído como posibles abanderados de la junta y han dejado el camino libre para otro directivo con el valor de traer una bandera que no es ni mucho menos popular, cuando menos en estos días de agitación en el Camp Nou con el voto de censura en marcha.
Vilajoana estaba pensando en dimitir en unos días para tener las manos libres y dedicarse a preparar su candidatura. Falta ver si a consecuencia de la posible celebración del voto de censura se queda para defenderlo o, por el contrario, marcha para ganar tiempo a los acontecimientos.
