Esquerra Republicana ha acabado renegando de uno de sus fichajes mediáticos para las elecciones municipales del 26 de Mayo. Concretamente, ERC ha comunicado que el músico Sicus Carbonell se había caído de la candidatura de Ernest Maragall después de unas declaraciones del cantante de carácter homófobo. Concretamente, Carbonell ha asegurado que los gays "me hacen pena", y lo justificó diciendo que "son mujeres atrapadas en cuerpos de hombre".
Lo que quizás no sabían en la sede de ERC es que Carbonell se había ofrecido a Jaume Collboni, candidato del PSC, antes de que a ellos. Sin embargo, en la sede de los socialistas de Barcelona no les acabó de convencer la actitud de Carbonell y lo descartaron. "No se fían de él", asegura una de las personas que estuvo en el centro de las negociaciones entre este afamado componente de Sabor de Gràcia y el PSC. Por lo que se explica, Carbonell tenía decidido formar parte de una lista electoral y le daba a igual si era el PSC federalista o la ERC independentista.
La candidatura de Ernest Maragall está llena de fichajes. Como número dos ha pescado, en la casa de Ada Colau, a Elisenda Alamany, mientras que el número 3 es para Miquel Puig, un colaborador del pujolismo que mantiene un cargo gracias al nombramiento que en su momento hizo Artur Mas.
Los movimientos de Maragall están causando malestar en la organización barcelonesa de ERC. Ya cabreados por los fichajes mediáticos, además ven que el candidato ha ordenado que se escondan las banderas estelades en sus actos electorales, en los que predomina el color amarillo (que ERC ya hace años que usa en sus campañas) y su nombre, con las siglas del partido un tanto escondidas.
Las bases confían que Maragall sea el alcalde de Barcelona. En el caso de que no llegue a serlo, sería posible que surgiera una fuerte oposición a las decisiones que Oriol Junqueras ha tomado, como el cambio de Alfred Bosch por Ernest Maragall. Ya fue el mismo Junqueras quien, hace cuatro años, decidió que Bosch tenía que ser el cabeza de cartel de ERC en Barcelona contra el criterio de la organización de la ciudad, que prefería a Oriol Amorós. Entonces, Junqueras y Bosch tuvieron el apoyo interno de los seguidores de Joan Puigcercós.
