El columnista de La Vanguardia Francesc-Marc Álvaro, opinador soberanista de referencia que fue miembro de la extinta Fundació Catalunya Oberta (FCO), un think tank nacionalista y liberal del que también el presidente Quim Torra formó parte.
En su último artículo, titulado "Ultimátums y agonías", Álvaro afirma: "En un ambiente menos excepcional que este, Torra debería haber dimitido al ser desautorizado por los dos grupos de la mayoría independentista en el Parlament; que se pase de puntillas sobre esto indica que la presidencia ha perdido toda autoridad y credibilidad". "¿Llegará este Govern hasta los juicios? Ningún conseller se juega ni un céntimo", asegura.
Álvaro apunta, esgrimiendo la "percepción general" que el gobierno de Torra "ha tocado fondo" y "sólo gestiona la agonía". Sin ninguna alusión general, el opinador asegura que los mensajes de la Crida de Carles Puigdemont contribuyen, por su similitud con los del ANC, a la "confusión en el universo posconvergente", que según él está "totalmente desencajado".
Asimismo, señala que la CUP ha hecho en Berga "lo mismo que querría hacer todo el independentismo: escenificar el choque con el Estado para tener el aplauso de los que dicen «ni un pas enrere» y, a la vez, preservar a sus líderes, en este caso la alcaldesa Venturós".
Otros ex-miembros de la FCO, como Salvador Sostres y Enric Vila, publicaron descripciones nada favorecedoras de Torra cuando se convirtió en presidente de la Generalitat. Lo mismo que hizo el columnista de Vozpópuli Miquel Giménez. Vila dijo, en una línea parecida a la de Álvaro, que Torra es un "enterrador convergente". Los tres habían publicado libros editados por Torra.
