El presidente de la Generalitat, Quim Torra, mantiene una fría relación con sus hermanos, según explican fuentes cercanas a la familia presidencial. Pero, eso sí, tiene el pleno apoyo de su esposa y de sus tres hijos, todos ellos activistas independentistas, como el propio presidente.
Precisamente, el coche de una de las hijas ha sido detectado por los Mossos d'Esquadra en un grupo que pretendía cortar vías férreas y carreteras en Girona. Asimismo, la esposa del presidente, Carola Miró, ha participado activamente en protestas del sector más radical del independentismo.
La postura de Torra lo ha separado de sus hermanos, que consideran que la política que sigue su célebre familiar es perjudicial para Cataluña, y las relaciones entre ellos serían más bien frías o casi inexistentes.
Torra declaró el lunes, 18 de noviembre, que había desobedecido una orden de la Junta Electoral, por lo que puede ser condenado a una inhabilitación como cargo público por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Sin embargo, la eventual sentencia condenatoria podría ser recurrida ante el Tribunal Supremo, de forma que se alargaría unos meses más su presidencia, siempre que no decida dimitir y convocar elecciones al Parlamento de Cataluña.
Torra llegó a la política institucional desde el activismo independentista más radical, el que representaba la formación Reagrupament, de Joan Carretero, después de haber pasado por Unió Democràtica.
Antes de acceder al acta de diputado de Junts per Catalunya de la mano de Carles Puigdemont, Torra había trabajado para Xavier Trias en el Ayuntamiento de Barcelona como gerente de Foment de Ciutat Vella y como director de Born Centre Cultural. Con la llegada de Ada Colau a la alcaldía, fue recolocado en la Generalitat por Artur Mas.
