Ramón Cotarelo ha encendido los ánimos independentistas en Twitter al cargar contra la CUP porque sus cuatro diputados, al no participar en una votación en el Parlamento de Cataluña, facilitaron que la cámara aprobara una moción que insta al presidente Quim Torra a convocar elecciones.
"La CUP es la quinta columna unionista. La abstención es medio voto contra el gobierno. Tengan el valor de sus deseos y voten a favor de la moción de censura. Los unionistas les dejarán poner el presidente y todos los otros sabremos a qué atenernos", ha acusado a los anticapitalistas este politólogo madrileño instalado en Girona.
Cotarelo, catedrático emérito de la UNED, ha bajado al barro para pelearse con algún indignado por su comentario. Cuando un usuario de Twitter le ha dicho que "tienes suerte de que no soy de la CUP, porque te juro que te vengo a buscar y me lo dices a la cara, vividor apaÑol que no haces falta", Cotarelo ha respondido: "¿Vendrás con la cabra, campeón?".
Entre defensores y detractores de la CUP, ha intervenido a favor de Cotarelo -y contra la CUP– el regidor del PDECat en Barcelona Jordi Martí Galbis: "La quinta columna. El empate a 1515. La papelera de la historia".
En 2015, Cotarelo explicó en su blog que estaba dispuesto a formar parte, en un lugar simbólico, de la lista de la CUP al Parlamento de Cataluña, pero que no fue posible porque él entonces residía en Madrid. En 2017, eso sí, cerró la lista de ERC por Barcelona de las elecciones al Parlamento de Cataluña. Finalmente, ahora ha confirmado que ocupará un lugar simbólico de la lista por Girona de Junts per Catalunya, una vez superado un contratiempo en la comunicación de las listas al BOE.
En su reciente carga contra la CUP, además, Cotarelo no se ha privado de meter el dedo en la llaga del asunto de Mireia Boya, la exdiputada que ha abandonado el secretariado cupaire denunciando que ha sufrido mobbing de un compañero de partido: "Todavía impresionado por la manera en que la CUP se ha abstenido valientemente en la votación del Parlamento, en que hay cuatro votos secuestrados por el fascismo español, ahora espero alguna no menos valiente explicación sobre este «delicado» asunto".
