¿Qué convergente critica abiertamente el buscador de empresas de la ANC?

Marc Arza (derecha), con el presidente de la Cámara de Comercio de Reus, Jordi Just
Marc Arza (derecha), con el presidente de la Cámara de Comercio de Reus, Jordi Just

Marc Arza, exconcejal responsable de promoción económica de Reus, considera que la campaña Consumo Estratégico de la ANC, famosa por incluir un buscador de empresas afines al proceso soberanista catalán, "es algo más que una mala estrategia, es una idea tóxica". Añade que "los países donde la gente elige las tiendas según la ideología son países fallidos. Cataluña ni es ni será así". Y en respuesta a un comentario que asegura que es "normal este tipo de iniciativa" en los EE.UU., Arza replica que "en Belfast también lo hacían".

Este exregidor del PDECat ha participado últimamente en la presentación del libro Reimaginem la independència, escrito por el exdiputado en el Congreso Carles Campuzano, una de las figuras del mundo postconvergente alejadas del puigdemontismo. Significativamente, ha difundido un tuit crítico que Eduard Voltas ha dedicado a Bea Talegón y Ramón Cotarelo: "son activos tóxicos del independentismo. Quién los albergue corre el riesgo de convertirse en un banco malo". Quién los alberga, a menudo, es Junts per Catalunya.

Arza, además, recientemente ha repiado un mensaje de la Associació Serviol, el escaparate del pensamiento del expresidente Jordi Pujol, cuya cuenta de Twitter es, de hecho, @jordipujolsoley. En concreto, esta cita del expresidente catalán: "La libertad es una cuestión espiritual y de orden mental. Es libre quien interiormente es libre. Es libre quién contra él mismo gana cada día su libertad. Es libre quien quiere ser libre y está dispuesto a aceptar la dureza y las exigencias de la libertad".

Arza, que ha dejado de ser representante al consistorio reusense después de las elecciones municipales de este año, se encuentra en espera de juicio por la derivada del caso Innova correspondiente a las prótesis de Traiber , en la que figura como investigado desde hace cuatro años, si bien él dijo que su imputación tenía ""una base jurídica muy pequeña" y que los correos electrónicos que lo señalaban por supuestas presiones a un responsable sanitario no eran inculpatorios, sino que ponían de manifiesto que no tenía ninguna culpa.

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