Del Hospital Sant Joan de Déu de Manresa. Todas las habitaciones de la zona antigua del hospital tienen crucifijos de hierro clavados en la pared, por lo que no pueden ser retirados por los pacientes que no son cristianos. En la parte nueva del hospital las habitaciones están libres de símbolos religiosos. Usuarios del centro sanitario pidieron, el pasado mes de julio, que se retiren los crucifijos y que se les proporcione un listado de los nombres de las personas que tomaron la decisión de ponerlos o de mantenerlos tal y cómo están ahora.
El director general del hospital, Manel Jovells, contestó por carta a uno de los denunciantes, David Ribera, el pasado 14 de agosto negándose a retirar los crucifijos aduciendo que "forman parte de la historia y de la identidad de esta institución". El hospital San Joan de Déu de Manresa es propiedad de la Fundación Althaia, que está regida por un patronato del cual forman parte el Ayuntamiento de Manresa, la Orden Hospitalaria Sant Joan de Déu y la Mutua Manresana y forma parte del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública (SISCAT).
Después de recibir la carta, David Ribera ha insistido en su reclamación y ha preguntado al director general del hospital "si una persona mediante el sistema sanitario integral de utilización pública es ingresada en la zona antigua del hospital sant Joan de Déu de Manresa, donde todas las habitaciones tienen un crucifijo de hierro clavado en la pared, ¿qué alternativa le ofrece para que este símbolo de la religión católica no atente contra su libertad de conciencia ni vulnere la aconfessionalidad del Estado en este servicio público".
