Clifton Onolfo, el presunto propietario del Reus, sigue desaparecido cuando sólo faltan dos días para que el club entre en liquidación. La fecha tope es la de este 30 de junio. Si antes no se produce un milagro, la desaparición del Reus, un club con más de 100 años de historia, será un hecho asociado para siempre jamás a la gestión de Joan Oliver y sus compañeros de viaje, Joan Laporta, Xavier Sala-Martín y Rafael Yuste, los cuatro con la experiencia anterior de haber dejado arruinado el FC Barcelona en 2010.
No pudieron con el Barça, que se ha podido recuperar de unas pérdidas de 80 millones de euros de su último mandato, pero parece que si serán muy capaces de provocar el fin del Reus, eso sí después de una larga agonía y muchas mentiras y falsedades acumuladas cuando empezó la crisis y Joan Oliver no dejaba de prometer la llegada de inversores, nuevos capitales y millonarios ansiosos por comprar el Reus por el triple de lo que valía.
Hoy la realidad es que la deuda acumulada de 7,5 millones de euros puede que no supere el proceso concursal en que se encuentra, con un administrador, David López, que ya ha acabado su informe de la situación real y un inventario donde se refleja el gran pasivo de la entidad y el poco, por no decir ninguno, activo que podría quedar. Parece que el fútbol-base, como único recurso que quedaba, ha sido traspasado a una Fundación que mantendrá la actividad y la normalidad de los niños y padres que quieren seguir sintiendo la camiseta del Reus.
El aterrizaje de Clifton Onolfo fue, como se ha comprobado, un enviado desde la retaguardia de Joan Oliver y su cuadrilla para evitar el proceso penal que se hubiera iniciado de no hacer efectivas ciertas cantidades antes de desaparecer los anteriores propietarios. Resuelto este tema, Onolfo sólo va dejando que el tiempo y la inacción hagan su trabajo destructivo. Personal del Reus y exjugadores confiesan que nada ha cambiado desde la llegada de los Onolfo procedentes de Miami.
El domingo, pues, el periodo de reestructuración de la entidad se habrá agotado y empezará la liquidación siempre que no haya una sorpresa final. El próximo miércoles, Clifton Onolfo tendría que comparecer ante el juzgado de instrucción número 4 de Reus con las escrituras de compraventa de la operación que hizo con Joan Oliver por 3 euros.
También, dos días después, se tendría que formalizar la inscripción del equipo a Segunda B, Tercera Catalana o Primera Catalana en función del acumulado de descensos administrativos que se puedan producir.
