Los Mossos aconsejaron a Carles Puigdemont no convocar el 1-O

El comisario Castellví declara ante el Supremo que reprocharon al Gobierno que su mensaje no "se avenía a la realidad"
Manuel Castellví

El comisario Manel Castellví, que ha comparecido como testigo en el juicio del 'proceso', ha admitido que uno de los escenarios que se preveían para el 1-O era el de momentos de tensión que podían acabar en "escalada de violencia" cuando la policía actuara ante las concentraciones en los accesos de los centros de votación.

Así se lo transmitieron los mandos de la policía de la Generalitat a los miembros del Gobierno en una reunión celebrada en el Palau de la Generalitat el día 28 de septiembre, tres días antes del referéndum unilateral.

En este encuentro había el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras y el consejero de Interior, Joaquim Forn.

En esta misma reunión, los mandos de los Mossos, según el testigo, le dijeron al presidente de la Generalitat que había unas declaraciones del Gobierno que "no se avenían a la realidad" y que "se estaba mandando un mensaje de tranquilidad y normalidad" a la población como si el 1-O "fuera una jornada electoral".

"Forn no habló", ha precisado. Junqueras dijo que entendía la posición de los Mossos pero que "efectivamente" el Gobierno iba a sacar adelante el referéndum. Puigdemont aseguró que también comprendía la posición "pero que había un mandato del pueblo y que se llevaría a cabo el 1-O".

El comisario ha reconocido que se acordó enviar a los centros de votación sólo dos agentes del cuerpo con la misión de "dialogar e intermediar" con las personas que se concentraron a los accesos de los locales para intentar cerrar los puntos de votación.

En este sentido, ha precisado que clausuraron 134 centros de votación de los más de 2.300 que habían repartido por toda Cataluña.

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