La vigilia del día que será juzgado por desobediencia, el presidente Quim Torra asegura que tiene una "fe enorme" en su defensa y se muestra convencido que no será inhabilidad.
Se le acusa de desobediencia en no querer retirar una pancarta de apoyo a los presos políticos, que finalmente acabó retirando. Para el presidente, la pancarta del balcón de Palau no era "batalla pequeña". "Yo creía que esta pancarta representaba para muchos catalanes una idea de justicia, de derechos humanos, y por respecto a la ciudadanía, hice lo que hice. Y yo voy el lunes a juicio a acusar el Estado de vulneración de derechos humanos", dice.
En términos similares se pronuncia su abogado, Gonzalo Boye, que ha asegurado este domingo que el máximo dirigente catalán no será condenado por desobediencia. En estos términos se ha expresado en una entrevista en el programa El Suplemento de Catalunya Ràdio, en la cual ha indicado que "sale a ganar" y que, si pensara que Torra sería inhabilidad, no valdría la pena plantar batalla en el juicio.
En cuanto al calendario, Boye ha asegurado que la sentencia puede llegar en tan sólo quince días. En caso de que sea inhabilidad y se decida ir al Tribunal Supremo para recorrer, el abogado ha remarcado que, por calendario, sólo podría concretarse a partir de junio.
Torra será juzgado mañana por no haber atendido la orden de la Junta Electoral Central de retirar de la fachada de la Generalitat la pancarta en apoyo a los "presos y exiliados" con un lazo amarillo en periodo electoral. Después de un tira y afloja, Torra cambió la pancarta por otra con un lazo blanco, en vez de amarillo, y posteriormente se puso una pancarta en favor de la libertad de expresión.
