La Junta Electoral Central (JEC) ha decidido derivar a la fiscalía la actuación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, porque aprecia indicios de delito de desobediencia en el cambio de la pancarta que ha hecho este jueves por la mañana en la fachada del Palau de la Generalitat.
Los magistrados han dado por agotada la vía de la advertencia para pasar a la punitiva: denunciarán Torra por desobediencia y ordena a los Mossos la retirada de las nuevas pancartas de los edificios públicos que haga referencia a los presos y exiliados.
De poco han servido las últimas alegaciones presentadas por Torra en las cuales asegura que ya "no hay estelades o lazos amarillos en las sedes de la Generalitat de Cataluña".
Los magistrados no aceptan la solución imaginativa del Gobierno catalán para esquivar la retirada de la simbología. El presidente había solicitado también que se desestimara la nueva denuncia presentada por Ciutadans, que incluye una petición de exigir a los Mossos que retiren los lazos y las pancartas y que se ponga el caso en manos de la Fiscalía.