Poco antes de las 10h de este martes, Carles Puigdemont ha entrado en la sala donde el juez Jan Coppens, del Tribunal de primera instancia de Bélgica, un juez de origen flamenco tenía que tomar una decisión sobre la nueva euroorden de extradición que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, dictó contra el expresidente de la Generalitat.
El expresidente catalán ha entrado en la sala acompañado de sus abogados Paul Bekaert, Simon Bekaert, Gonzalo Boye y Christophe Marchand, y al poco de una media hora, el juez belga ha decidido aplazar la decisión sobre la extradición de Puigdemont hasta el próximo 16 de diciembre.
Los abogados de Puigdemont han solicitado un aplazamiento de la vista, con el argumento de poder contar con más tiempo para preparar su defensa, afirmando que han tenido poco más de 24 horas para estudiar el dossier.
La defensa del expresidente huido también ha intentado evitar la extradición argumentando que Puigdemont tiene impunidad como eurodiputado, pero el juez instructor concluyó que no la tenía después de consultarlo con el Parlamento Europeo.
Carles Puigdemont se encuentra en libertad sin fianza y tiene que tener residencia fija en Bélgica además de no poder salir del país sin la autorización del juez, mientras no se resuelva el euroorden emitida por el juez Llarena.
El ordenamiento jurídico belga permite que Bélgica pueda rechazar la extradición de una persona buscada por un país socio si existen "razones serias" para dudar de que no se respetarán sus derechos fundamentales un vez llegue a su país de origen.
Con esta, ya será la tercera euroorden que trata este juzgado sobre este caso, pero se da la circunstancia que el cambio más significativo respecto a las anteriores es que ha desaparecido el delito de rebelión de la petición del juez Llarena.
