TV3: quiebra económica, quejas laborales y pérdida de credibilidad

El comité de empresa ha convocado huelgas de quince minutos en medio de la programación de los próximos días coincidiendo con el próximo cese del director, Vicent Sanchis
Asamblea de los trabajadores de TV3 en el exterior del edificio
Asamblea de los trabajadores de TV3 en el exterior del edificio

Los días de Vicent Sanchis como director de TV3 están definitivamente contados. La aprobación en el Parlamento de Catalunya de la modificación de la ley que regula el nombramiento de los miembros del Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC) y de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) comportará la renovación de estos cargos y también la de los directivos de TV3 y Catalunya Ràdio. Sanchis se irá dejando trás una televisión pública arruinada, ignorada por la mayoría de los catalanes y con unos trabajadores que acaban de convocar un calendario de huelgas que empezó este jueves.

Dos asambleas de trabajadores de TV3 confirmaron el pasado día 21 de noviembre la convocatoria de estas huelgas. Sus reivindicaciones son "recuperación de las 35 horas de convenio; plan de renovación y mantenimiento de la plantilla, con jubilaciones parciales y contratos de relevo; sustitución de las bajas y contratación para las puntas de trabajo y una solución definitiva satisfactoria para los más de 80 contratos indefinidos no fijos".

En el pliego de reclamaciones de los trabajadores también se recoge "la urgencia de tener ya un contrato plurianual que dé estabilidad presupuestaria e incorpore en los objetivos de futuro la renovación de la plantilla". Las movilizaciones consisten en quince minutos de huelga a lo largo de varios días, que que se alargarán hasta el 20 de diciembre, si no se obtiene una respuesta satisfactoria por parte de las direcciones de TV3 y la CCMA.

"Después del periodo de Navidad continuaremos con las huelgas y movilizaciones si la dirección y la Administración no reaccionan y se sientan a resolver seriamente los problemas laborales que han generado", añade el comunicado emitido por el comité de empresa. Los 15 minutos de huelga se harán en medio de los telenotícies o de programas como Planta baixa, Està passant, Els Matins y Polònia, e incluso de la telenovela Com si fos ahir.

Cada vez que los trabajadores de la televisión de la Generalitat han amenazado con huelgas y movilizaciones, su director ha corrido a pedir soluciones económicas al gobierno de la Generalitat. El mismo Vicent Sanchis aprovecha cada comparecencia en la Comisión de Control de la CCMA en el Parlamento de Catalunya para quejarse de la precariedad de recursos de la emisora. En situaciones límite siempre suele llegar un ingreso financiero de urgencia para detener la revuelta.

A pesar de que los presupuestos de la Generalitat están prorrogados, el presidente Quim Torra descubrió la vía, a finales del mes de octubre, para entregar 5,75 millones de euros a la CCMA paara que pagara los aumentos de sueldo y los atrasos salariales pendientes.Esta medida, sin embargo, no ha sido suficiente para  ue el comité desconvocara las movilizaciones previstas.

TV3 se ha convertido en un monstruo burocrático y económico totalmente descontrolatdo y en quiebra. Los ingresos publicitarios se han desplomado y los costes de mantener sus infraestructuras y una plantilla con empleados que cobran unos sueldos muy elevados en comparación con los del resto de la profesión ponen en riesgo su continuidad. Esta plantilla está formada por unos dos mil trabajadores que no están dispuestos a aceptar razones patrióticas para renunciar a parte de sus salarios o compensaciones por jubilaciones anticipadas. Justo es decir que tampoco han querido jugar la carta de poner en peligro la emisión de actos o manifestaciones procesistas, lo cual habría sido una verdadera herejía para Torra, Sanchis y la audiencia casi exclusivamente independentista de la cadena. La pérdida de credibilidad de la emisora la constata el propio Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat que en sus informes detecta que la audiencia no independentista ha desconectado de ella.

Conocedor del papel imprescindible de TV3 para mantener vivo y fuerte el espíritu procesista, una de las primeras decisiones de Quim Torra cuando llegó a la presidencia de la Generalitat fue ingresar 20 millones de euros para hacer frente a la deuda con Hacienda. Sanchis lo había amenazado con la suspensión de programas como Polònia o Preguntes freqüents, dos de las joyas de la corona mediática independentista, y Torra lo tuvo muy claro.

En el mes de marzo pasado, el consejo de gobierno de la CCMA comunicó que había conseguido cerrar el ejercicio de 2018 "con estabilidad presupuestaria". Había ingresado 317 millones y había gastado 308. Después de pagar impuestos y deudas, las cuentas habían quedado prácticamente equilibradas. Lo cierto es que TV3 está prácticamente en quiebra. Más de la mitad de su presupuesto se dedica a pagar los sueldos de los trabajadores. Más de la mitad de estos trabajadores cobran entre 50.000 y 70.000 euros anuales. Sanchis se ha quejado que su sueldo es bajo. Cobra unos 110.000 euros al año.

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