El ejecutivo de Quim Torra ignoró diferentes informes de los Mossos d'Esquadra y del Servicio Catalán de Tráfico que desaconsejaban que se diera permiso a las marchas organizadas por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en respuesta a la sentencia contra los líderes del procés, y que colapsaron diferentes vías de circulación como la autopista AP-7 los 16, 17 y 18 de octubre de este año.
Desde los Mossos d'Esquadra se informó, según avanza El Mundo, que desaconsejaban que se permitiera hacer las Marchas por la Libertad por las autopistas y carreteras que planteaba la ANC recordando "la prohibición de circulación a pie de peatones, bicicletas y tractores por autopistas y autovías", por lo cual proponían un cambio de itinerario.
Por su parte, el Servicio Catalán de Tráfico fue más allá y emitió diferentes informes contrarios a las marchas por la autopista. Un documento de este servicio apuntaba que "se informa desfavorablemente y se propone que se proceda a la denegación de la realización de las manifestaciones teniendo en cuenta el tramo, la fecha y las horas previstas para la fluidez de la circulación, para la seguridad de los manifestantes y para el resto de usuarios de la vía, así como para agentes de la policía que velan por la seguridad viaria".
Lejos de hacer caso a estas recomendaciones, el gobierno de Torra permitió que se hicieran las manifestaciones tal como había propuesto la ANC. De hecho, el mismo presidente Torra participó en el corte a la autopista AP-7 acompañado del exlehendakari, Juan José Ibarretxe.
