Sin investidura y peleados

PSOE y Podemos exteriorizan desconfianza y fuertes desavenencias sobre el relato de la negociación y el reparto del poder ejecutivo
Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Pedro Sánchez ha perdido la votación decisiva y no ha obtenido la confianza del Congreso de los Diputados para ser el presidente del gobierno, cargo que ejerce en funciones, durante la sesión parlamentaria de este jueves. 124 diputados han votado a favor del aspirante, 155 en contra y 67 se han abstenido.

Durante la sucesión de intervenciones desde el atril, PSOE y Unidas Podemos han exteriorizado su desconfianza y sus desavenencias sobre el reparto del poder ejecutivo y el relato de las negociaciones, pero han manifestado su disposición a seguir negociando durante las próximas semanas.

Sánchez ha considerado que es "una oportunidad histórica que se desvanece" y ha asegurado que si tiene que elegir "entre la presidencia" y "mis convicciones", "elijo mis convicciones". Ha afirmado que no se puede poner el dinero en manos de quienes "no ha gestionado antes un presupuesto", en alusión a la falta de experiencia de los perfiles de Unidas Podemos.

Además, ha dicho que quiere un gobierno y no dos, en referencia a las intenciones que atribuye a Pablo Iglesias, a quien ha preguntado: "¿De qué sirve una izquierda que pierde incluso cuando gana?".

Al igual que Sánchez, la portavoz socialista Adriana Lastra ha explicado que han ofrecido a Unidas Podemos ministerios con responsabilidades en Igualdad, Bienestar Social, Sanidad, Consumo, Vivienda y Economía Social.

Pero con un discurso mucho más duro, Lastra también ha reprochado a Iglesias que exigía "la dirección política del gobierno" y que pretendía formar "un gobierno paralelo" y controlar "más de la mitad del gasto público y todos los ingresos", mientras el dirigente de Podemos lo negaba con la cabeza. También le ha reprochado que "es la segunda vez que impide que España tenga un gobierno de izquierdas", en referencia a la negativa de Podemos a facilitar un gobierno del PSOE con Ciudadanos en 2016.

El desencuentro ha quedado inmortalizado cuando se ha podido leer de los labios de Iglesias "qué poca vergüenza", cuando Lastra contraponía el gesto serio de ella con la sonrisa irónica del líder de Unidas Podemos.

Durante su intervención, Iglesias ha acusado al equipo de la vicepresidenta, Carmen Calvo, de filtrar a la prensa un documento con propuestas de Unidas Podemos manipuladas, presentadas como "exigencias". También ha lamentado que no se puede tejer un acuerdo en 48 horas, pero ha propuesto a última hora -según ha dicho, por recomendación de una importante figura socialista- quedarse las competencias en políticas activas de ocupación, sobre las que Lastra le ha replicado que las tienen las Comunidades Autónomas.

Al final de su intervención, Iglesias ha tendido la mano a Sánchez para retomar las conversaciones los próximos días, pero le ha instado a "negociar con nosotros desde el respeto".

Tanto el PNV como ERC, dispuestos a facilitar la investidura de Sánchez, han repartido los reproches entre socialistas y morados por la falta de acuerdo. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, eso sí, ha dicho que no puede garantizar que el apoyo de su formación se mantenga en septiembre. Por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, se ha alineado con las reticencias de Sánchez respecto a los perfiles sin experiencia en la gestión de presupuestos, y ha ofrecido una mediación de su formación para ayudar a alcanzar un acuerdo.

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